Si bien su ingreso al campo anoche en la igualdad ante Cruz Azul se dio por la lamentable lesión del colombiano Matheus Uribe, el delantero Oribe Peralta se metió en la historia viva del futbol mexicano.

Al pisar la cancha del Estadio Azteca, Cepillo entró a jugar su partido número 500 en Liga MX, sumando su paso por clubes como Morelia, Monterrey, Chivas, Santos, Chiapas y América.

Pero además, Oribe se transformó en el futbolista con más finales jugadas en la historia del futbol mexicano, con un total de 17 partidos y nueve series definitorias, ganando tres llaves (dos con Rayados y una con El Más Grande).