América no había comenzado de la mejor manera el Clásico Capitalino, toda vez que Pumas se puso en ventaja tras un error de la zaga azulcrema. Pero el equipo nunca dejó de insistir y encontró el empate por medio de Allan Saint-Maximin, cuyo ingenio hizo posible el 1-1.
El equipo dirigido por André Jardine tenía varios minutos dominando el juego y generando las principales ocasiones de peligro, pero siempre apareció Keylor Navas para evitar el empate. Fue entonces cuando apareció la calidad de Saint-Maximin, quien tuvo mucho que ver con el gol del empate.
El francés comenzó una jugada electrizante por la banda izquierda, destrozando a la defensa de Pumas y sacando un fuerte remate al área chica. Keylor Navas estuvo atento para despejarlo como pudo, pero el rebote se estrelló en Álvaro Angulo y el balón terminó en el fondo de las redes.