Tras la dolorosa eliminación en el Apertura 2025, el Club América ha entrado en una fase de incertidumbre total. Los rumores de salidas no cesan en Coapa, pero hay uno en particular que ha encendido todas las alarmas: la posible partida de Ramón Juárez. El joven defensor, joya de la cantera, no ha logrado consolidarse como titular indiscutible en el esquema de André Jardine, lo que ha abierto una grieta peligrosa que sus rivales pretenden aprovechar.
La afición azulcrema ha manifestado un temor profundo en las últimas horas. Perder a un referente formado en casa es doloroso, pero que su destino sea un rival directo es una herida difícil de sanar. La tensión crece en el Nido mientras se especula sobre las verdaderas intenciones de la directiva y el deseo del jugador por sumar los minutos que hoy se le escatiman en el equipo más exigente de México.
¿Será capaz Cruz Azul de convencer a Ramón Juárez de abandonar el Nido por la Noria?
En redes sociales ha cobrado fuerza la versión de que Cruz Azul tiene a Ramón Juárez como prioridad para reforzar su zaga en el Clausura 2026. Lo que más preocupa en el entorno americanista es que, lejos de un rechazo tajante, el jugador no vería con malos ojos la posibilidad de emigrar si eso le garantiza el protagonismo que tanto anhela. El “fantasma” de la traición sobrevuela Coapa y el nerviosismo es palpable entre los seguidores que consideran a Juárez el futuro de la defensa nacional.
El temor de la hinchada no es gratuito. Muchos recuerdan cómo la escuadra cementera ha logrado convencer en el pasado a futbolistas con proyección, como Jesús Orozco o Erik Lira, para cambiar de aires bajo promesas de estelaridad. La preocupación es que la directiva de la Noria utilice una estrategia similar para seducir al canterano del América, aprovechando su situación de incertidumbre táctica para asestar un golpe mediático y deportivo de proporciones épicas.
Nada es imposible en el mercado de fichajes y la posibilidad de ver a Ramón Juárez con otros colores es un escenario que la directiva de Santiago Baños debe gestionar con pinzas. Dejar ir a un activo de su calidad a un competidor directo sería calificado como un fracaso rotundo en la gestión de talento. El americanismo espera una respuesta clara: ¿se queda para pelear por la gloria o se convierte en el próximo gran golpe del mercado de los vecinos?
