Desde hace mucho tiempo, el ir al estadio y ver que las porras o barras del América ya no son tan numerosas o tan representativas como antes, se ha convertido en una constante. Cuando te das cuenta de que a lo mejor los partidos del América poco a poco han perdido ese apoyo, ese aliento, eso que antes era una característica que nos hacía diferentes a todos los equipos. Hoy que nos encontramos en esta situación, las respuestas a nuestras preguntas de cómo llegamos a perder nuestra identidad como barra, nuestra esencia como grupo de animación, que según como cantábamos y gritábamos nos describía como incondicionales al equipo, me hace dudar si siempre fuimos realmente por y para el equipo. Hay cosas que nunca cambian, o que nunca deberían de cambiar y que sin importar malos manejos, represiones u otros intereses, tendrían que permanecer porque según entendemos lo que somos y lo que hacemos en esa tribuna, es decir, conocer nuestro sentido de pertenencia, y es ahí, cuando nos damos cuenta de cómo mucha gente nunca nunca entendió el porqué iba a ver al América, o el porqué debería de ir a verlo. Siendo que nuestro sentido de pertenencia siempre debió de ser el América, como club, como institución, y que todo lo que hacíamos o hacemos en la tribuna tendría que estar enfocado al equipo, en el sentido que fuera, pero siempre como prioridad el América, y es claro, que a las “barras” que hoy en día representan y alientan se encuentran muy lejos de sentirse parte, sólo por su pasión por el América, hoy podemos ver que una de las principales crisis que ha destruido a nuestros grupos de animación, ha sido el sentirse parte de la barra por ser los que más roban, los que más se drogan o se emborrachan, los que más se pelean y los más locos, dejando atrás la afición por el club. Gente que siente que el “aguante” como hincha se refiere a ser los más locos y borrachos, sin darse cuenta de que el “aguante” se debería de ver reflejado en lafidelidad o en el aliento constante, desde hace cuatro años empezó una lucha contra las barras en México, en donde simplementelos que teníanque luchar por defender sus ideales no lucharon, y los que lucharon, locharon sólo porque sintieron que los estaban limitando en cuanto a lo que los identificaba como grupo, o sea el robar, emborracharse y pelear. Si bien sería muy injusto decir que todo es o fue malo, porque no lo fue, como en todo siempre hay cosas buenas y malas, y como en todo lugar también está la gente buena y la mala, desgraciadamente los que tienen el poder en cuanto a las barras, han sido la gente mala, en algunos casos disfrazada de buena que se han dedicado a ganar dinero o a usar la barra como escaparate para robar o drogarse. Así que cuando quieran saber el porqué ya no somos los mismos que hace 10 años, es muy simple, no todos fueron lo suficientemente americanistas como para luchar por lo que debería de ser nuestro sentido de pertenencia. Tu opinión nos interesa, compártela con respeto. Por Nicolás Romay, colaborador de AméricaMonumental.com Sigue a Nicolás en Twitter http:\/\/twitter.com/nicolasromay Foto: Mexsport