CuauhtémocBlanco se fue aplaudido de pie por la afición del Estadio Azul. Y no solo fue porque se trata de una figura respetada en la selección mexicana, si no porque su segundo gol en el Clásico de Leyendas que marcó el cierre del Azul fue de excelsa factura.
Cuauhconsiguió espacio en la defensa rival, aprovechó un pase milimétrico y cuando se esperaba un riflazo, terminó haciendo lo inesperado: disparo por encima del portero rival y 3-1 final. Aquello terminó siendo aplaudido por los miles de aficionados presentes en el recinto que está por ser demolido.
“Me voy con el cariño y el respeto de esta afición rival, que reconoce lo que hice con la selección mexicana”, dijo Blanco cuando fue reemplazado, bajo los aplausos de los aficionados sin distingo de colores.
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