América se fue al vestidor 3-0 abajo en el Estadio Azul, pero a los 10 del complemento se hizo echar Leao y renació la esperanza: primero Oribe, luego Romero y finalmente Pablito y el propio Chino a los 92 dieron vuelta un partido que quedará en los libros de oro del más grande de por vida.
América llegaba al Clásico Joven en el Estadio Azul envuelto en dudas después de caer por goleada contra Guadalajara y de la fecha FIFA, con un Ignacio Ambriz muy cuestionado y en la cuerda floja. Al momento ya peligraba la valla de Moi: un cabezazo del Cata Domínguez se estrellaba en el travesaño. El dueño de casa salía con todo al ataque y le daba resultado, ya que el Chaco abrió la cuenta a los 17 minutos.
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Impactante, histórico, impresionante.
Encima, a los 24 otra vez Giménez y a los 25 Silva de penal sentenciaban un 3-0 inapelable, con un rendimiento azulcrema realmente vergonzoso después de 15 días de trabajo por el receso por las Eliminatorias. Luego del mediotiempo era prácticamente sólo esperar a que pasara el tiempo más allá de la rápida expulsión de Aldo Leao.
Un primer tiempo horrendo y un segundo espectacular.
De cualquier manera, la esperanza renacía con el buen ingreso de Ibarra por Mares y el descuento de Oribe a los diez más la entrada de Arroyo por Güémez también. A los 30 volvía a achica la distancia Romero y empezaba a haber olor a hazaña, que finalmente se iba a concretar… Primero Pablo Aguilar lo igualó casi a los 90 y después llegaría otra vez algo realmente histórico: el 4-3 de Romero en la última acción.
Este partido, sin dudas, quedará guardado en el baúl de oro del más grande. Para siempre.
Foto: Mexsport.
