Pocos jugadores han logrado instalarse tan rápido en el corazón del americanismo como lo hizo Julián Quiñones. El delantero naturalizado mexicano fue un auténtico refuerzo bomba que, en solo dos torneos con las Águilas, no solo levantó dos títulos de Liga MX y el Campeón de Campeones, sino que dejó una marca indeleble. Su posterior venta al futbol de Arabia Saudita, estimada en 15 millones de dólares, dejó un vacío deportivo que hasta hoy se siente en Coapa.
Mientras Quiñones sigue brillando con golazos en el Al-Qadsiah, la afición americanista no deja de soñar con la bomba de su regreso. Sin embargo, el drama y la tensión se dispararon en las últimas horas tras la impactante información: Cruz Azul, nuestro histórico rival, estaría considerando seriamente traerlo de vuelta a la Liga MX.
¿Qué precio le puso el club árabe a Julián Quiñones?
La posibilidad de que Quiñones vista de celeste es un golpe directo a la fibra del americanismo. No obstante, la realidad financiera es un muro infranqueable. Según el reporte del especialista Iker Carrera, el Al-Qadsiah valora al delantero entre 15 y 16 millones de dólares para una posible transferencia.
Pero el obstáculo no es solo la ficha. El salario anual de Quiñones asciende a unos impresionantes 4.5 millones de dólares. Este combo de costo de transferencia y sueldo hace que la operación sea prácticamente imposible de afrontar para cualquier club en la Liga MX, incluyendo tanto al América como al acérrimo rival.
¿América buscará repatriar a Quiñones o priorizará otra posición clave en 2026?
A pesar de que el sueño de ver a Quiñones otra vez con el escudo Águila es potente, la directiva ya identificó sus verdaderas prioridades. En una entrevista exclusiva con Águilas Monumental, el periodista Alejandro Alfaro reveló que la posición de delantero centro es la que el América necesita reforzar “sí o sí” en 2026.
No obstante, antes de pensar en cualquier refuerzo de ese calibre, el club debe enfocarse primero en liberar plazas de extranjero. Aunque el regreso de Julián Quiñones es un anhelo que genera ilusión, su altísimo costo y la necesidad de liberar cupos extranjeros complican su vuelta, dejando al americanismo a la expectativa sobre el futuro de su ataque.