Alison González es una de las referentes del futbol femenil en nuestro país. Con apenas 20 años, ha deslumbrado con sus grandes condiciones dentro del terreno de juego, mismas que la han llevado a brillar en equipos como Tigres, Atlas, América y también, la Selección Mexicana, a la cual ha sido convocada recurrentemente.

El talento de la atacante ha dado de que hablar más allá de nuestras fronteras. Muestra de ello es que el año pasado estuvo dentro de la lista de jugadoras nominadas a ser la mejor futbolista Sub 20 del mundo. Sin embargo, detrás de todo eso, hay una historia que empezó con el anhelo de sus padres por que tanto ella como su hermana gemela hicieran deporte y así lo contó en plática con Águilas Monumental.

 

“Desde que estaba chiquita mis papás siempre fueron de la idea de que teníamos que hacer deporte y mantener la escuela. Con base en eso, nos metieron a todos los deportes que se les ocurrió. Mi mamá como que tenía el sueño frustrado de que estuviéramos en gimnasia y al final no se dio, empezamos a jugar futbol. Tengo una hermana gemela. Fue un poco complicado porque los niños iban creciendo, no querían que jugara con ellos; después se abrió una Liga Femenil en Tepic y empecé a jugar, pero yo ya les llamaba señoras, espero que no se ofendan, pero para mí eran muy grandes, yo tenía 12 años, estaba muy pequeña, rememoró.

Si bien, AliGol siempre tuvo el deseo de correr tras el esférico al tiempo de que su mamá anhelaba que hiciera gimnasia, también practicó otras disciplinas como la charrería y el karate. A pesar de eso, ella siempre tuvo claro lo que quería, cosa que en gran parte se debía a la cercanía que siempre tuvo con el futbol gracias a los domingos compartidos con su abuelo durante su niñez.

“Estuve en charrería, karate. A mis papás les encantaba grabar todo. Siempre tuve mucha afinidad con el futbol desde que estaba pequeña. Mi abuelito (QEPD) era un fanático del futbol y normalmente antes los partidos del varonil eran los domingos, era como el domingo familiar. Yo recuerdo que me tomaba mi biberón de café con leche y estaba con mi abuelito viendo todo el tiempo el futbol. Siento que ya nací con eso de querer jugar siempre futbol, compartió.

LOS SACRIFICIOS POR UN SUEÑO

Ya con González metida de lleno en el futbol y practicándolo recurrentemente en su natal Tepic en diferentes competencias, vinieron las visorias que la llevaron a convertirse en integrante de la Selección Nacional Femenil. De igual forma, vivió el nacimiento de la Liga MX en la categoría, misma que le abrió las puertas para jugar de manera profesional, pero que también trajo consigo sacrificios, como el salir de casa desde muy corta edad, cosa que actualmente tiene muy presente.

“Se hicieron los nacionales, regionales y es cuando empieza a haber más foguero, la Copa Coca Cola que en esos tiempos estaba. Llegó mi primer llamado a Selección Nacional y empecé a ir. Se abrió la Liga Femenil y es cuando muchas compañeras de mi edad empezamos a agarrar equipos y así es como llegamos aquí. Me tocó salirme muy pequeña de casa y esa parte es la que me ha ayudado a madurar en el sentido de que la vida no es sencilla y a veces tienes que dejar cosas a un lado para crecer, expresó.

Hoy, ya con un camino andado pese a su juventud, Alison González empieza a entender el impacto que genera en niñas que la ven ya como una ídola y ejemplo a seguir. Haber sido considerada una de las mejores jugadoras juveniles a nivel mundial significó para ella poder ver frutos de su trabajo y sacrificio, pero tiene claro que debe de ir por más.

A veces no dimensiono el impacto que tengo en niñas más pequeñas o incluso en lo que hago. Es una de las cosas que he aprendido después de la lesión, el ser agradecida conmigo misma, lo que tengo y lo que puedo hacer. Al final es como un pequeño premio de saber que haces las cosas bien, que voy por buen camino, pero no puedo dejarlo solamente ahí. Tengo una responsabilidad y debo seguir creciendo, haciendo bien las cosas”, confesó.

SUS METAS DENTRO Y FUERA DE LA CANCHA

Si de algo muestra seguridad Alison es en lo que quiere de su vida tanto dentro como fuera de las canchas. En lo académico, terminó la preparatoria y le gustaría poder continuar con sus estudios en la carrera de arquitectura. Además, en lo personal, se reconoce como una persona hogareña que gusta de compartir su tiempo con las personas que más quiere.

Terminé la preparatoria, me gustaría estudiar arquitectura. Por los tiempos es un poco complejo con el futbol, entonces me metí al inglés, lo hago por las tardes. Me gusta estar en casa, la verdad disfruto mucho no salir, soy una persona que si está en casa todo el día está bien. Viajo mucho, me gusta cuando mi familia viene, me gusta estar cerca de las personas que quiero. Me gusta ver películas y escuchar música”, explicó.

Aunado a esto, tiene metas profesionales a mediano y largo plazo. La primera tiene que ver con consolidarse como una figura importante para América Femenil, lo que le permitiría seguir con las puertas abiertas del Tricolor, así como lo que más anhela: poder dar el paso al futbol de Europa.

“A mediano y corto plazo me gustaría recuperar mi nivel. Lo de la lesión permeó un poquito, pero estoy bien, vamos bien. Me gustaría ser un ícono importante aquí en el club y sobre todo, abrirme las puertas, seguir en Selección para posteriormente salir a Europa, sentenció.

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