América no estaba desarrollando un buen compromiso y comenzaba a preocupar el desempeño del equipo no solo para este partido, sino que también para lo que podría venir a futuro en la competición.
Y es que América no estaba perdiendo el partido gracias a una sola persona: Guillermo Ochoa. El portero azulcrema se transforma mediante atajadas en la gran figura del partido, salvando en más de una oportunidad su arco para dejarlo en blanco.
Fue en la segunda parte cuando el americanista logró evitar dos remates consecutivos del cuadro de Atlanta United, evitando la conquista del ‘Cubo’ Torres, quien tuvo el primero del partido en sus pies.