Guillermo Ochoa vive una pesadilla en este tramo de la temporada de la Serie A. Y es que haga lo que haga, parece que ninguna atajada del portero mexicano es suficiente para salvar al Salernitana del descenso. Sin embargo, el ex América se lució con una atajada al mejor estilo del balonmano que podría mantenerlo en Italia.

El Salernitana perdió como local ante el Monza por 2-0, un resultado en el que Guillermo Ochoa no pudo hacer absolutamente nada. Paco Memo, de hecho, fue uno de los más destacados del conjunto granate y completó intervenciones que le permitieron al equipo seguir con vida en el partido.

Una de las más destacadas se produjo a los 56 minutos de partido, cuando el Monza estuvo a punto de convertir el primer gol. Roberto Gagliardini fusiló a Guillermo Ochoa en sus narices, pero el arquero respondió con unos reflejos felinos para evitar el tanto de la visita.

La atajada de Guillermo Ochoa demuestra que no es el responsable del mal momento que atraviesa el Salernitana en el Calcio. El ex América ha hecho todo lo posible para repetir la hazaña de hace un año; sin embargo, el presente del equipo no es el mejor para conseguir la permanencia.

Guillermo Ochoa y una atajada de balonmano

¿Qué sigue para Guillermo Ochoa?

Guillermo Ochoa no pudo evitar la derrota ante Monza

Salernitana no tiene tiempo para lamentos y debe pensar en su próxima cita en la Serie A. Los de Guillermo Ochoa tendrán que medirse el 2 de febrero contra el Udinese, partido en el que buscarán poner fin a su racha de tres derrotas consecutivas en el Calcio.