Agustín Marchesín: Solvente, respondió cuando correspondió y se vio muy bien anticipando. Pocas exigencias en la segunda mitad.

Paul Aguilar: Con muchas dudas, fue desbordado constantemente y falló un corte que pudo terminar en gol. Se consolidó en el segundo tiempo.

Emanuel Aguilera: Más allá del golazo, fue quizá el más sólido de una defensa que mostró costuras en el primer tiempo.

Bruno Valdez: Se vio incómodo cuando lo sacaron de la zona de los centrales, pero respondió al ser exigido.

Jorge Sánchez: Fue ajustando sobre la marcha, lo desbordaron un par de veces. Sin embargo, su actuación fue positiva.

Guido Rodríguez: Motor y guía de la ofensiva de América. Su claridad sirvió para ampliar el horizonte en cada ataque.

Mateus Uribe: Fue el del trabajo más sacrificado. En el primer tiempo le ganaron la espalda en varias oportunidades pero compensó a medida que transcurrieron los minutos.

Renato Ibarra: Punzante por su banda, fundamental en el segundo gol al no dejar morir una jugada en la que se inventó una gran asistencia.

Andrés Ibargüen: Por las bandas se vio incómodo y con dificultad para finalizar los lances al área. Cuando mejor se vio fue al jugar por el medio. El gol le dio confianza.

Diego Lainez: La lesión no le hizo perder ritmo. A su vuelta demostró que puede ser un indiscutible y su zurdazo fue de pura maestría.

Roger Martínez: El de la nota más baja, no deslució pero no aprovechó la movilidad del ataque y lució incómodo en algunas jugadas.

Los cambios

Cristian Insaurralde (60'): Solo tuvo 18 minutos en cancha y se lesionó. Sin margen para demostrar sus atributos.

Henry Martín (71'): Sustituyó a Roger Martínez ya cuando América bajó una marcha, no gozó de oportunidades claras.

Édson Álvarez (78'): Entró con las ganas propias de un juvenil que quiere mostrarse, pero ya el ritmo del partido era uno más bajo.

DT Álvaro Galindo: Demostró que no es uno más en el cuerpo técnico de Miguel Herrera. Apostó por el contragolpe y el vértigo luego del primer gol tempranero, algo que le rindió frutos. En la segunda mitad, América fue amo y señor de la cancha cuando se le dio pausa al compromiso.