El Club América es el Más Grande de México no solamente por su afición y su presente, sino también por el pasado repleto de títulos, gloria deportiva, reconocimiento internacional, remontadas y partidos épicos que el mundo del fútbol jamás olvidará, por lo que decidimos repasar uno de ellos…
América Campeón de la Liga MX contra Pumas en 1987-88
En aquel certamen, el Más Grande lideró en primera instancia la tabla de posiciones general de la etapa regular con una impactante cosecha de 55 puntos en 38 partidos, 5 por encima de su escolta Leones Negros. Ya en la Liguilla dio cuenta de Puebla por 6-2 en el global en los Cuartos de Final y eliminó a Morelia por 3-1 en los penales tras el 5-5 en la serie.
Ya en la definición por el trofeo tocó el Clásico Capitalino ante otro de los colosos del balompié nacional, que había dejado en el camino a Tecos y justamente a la UdeG, por lo que en la instancia definitoria tocaría el primer compromiso en el Estadio Olímpico Universitario y el último en el Azteca. La Ida culminó 1-0 para el rival con el gol de Luis Flores y un Coloso de Santa Úrsula explotado esperaba para ir con todo por el Campeonato.
El 3 de julio de aquel 1988, efectivamente el mítico escenario de la Capital vibró al ritmo de los 114.600 espectadores y el Ame se colocó en ventaja a los 24 minutos gracias al tanto de Gonzalo Farfán. Sin embargo, a los 35 apareció otra vez Flores para igualar el resultado parcial y adelantar al adversario en la llave hasta el descanso.
No obstante, en el complemento apareció la magia y la mística de las águilas para gritar tres veces en un cuarto de hora, sellar el 4-2 parcial y quedarse con su séptima corona en esta competencia por intermedio del propio Farfán a los 51, Adrián Camacho a los 52 y Antonio Carlos Santos a los 66.
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Esa noche, el elenco dirigido por el brasileño Jorge Vieyra saltó a la cancha con Adrián Chávez; Manolo Rodríguez, Guillermo Huerta, el Capitán Furia Alfredo Tena, Efraín Herrera; Cristóbal Ortega, Farfán, Camacho, el Negro Santos; Carlos Hermosillo y Robinson Hernández. Más tarde ingresaron Efraín Munguia y Roberto Alderete.
¡Gracias eternas por entrar en la historia dorada del América, ídolos!