Pachuca gana 3-0 y la ilusión de la Final se esfumó para América

La ilusión de la Final se esfumó para América. Una noche de pesadilla en la Bella Airosa en la que nada le salio a los azulcremas terminó por marcar la despedida de un certamen que tuvo altas y bajas en el Nido. La arrancada de la Tanoneta no bastó y Pachuca volvió a dejar al Ave en el camino.

Dicen que los goles que no hagas los veras hacer y esa adagio se cumplió a cabalidad para unos Millonetas que en el amanecer del juego tuvieron una oportunidad inmejorable de abrir el marcador, cuando un error en la salida tuza dejó mano a mano a Diego Valdés con Óscar Ustari. El chileno tuvo el chance hasta en dos ocasiones, pero increíblemente falló. Los de Coapa perdonaron y en el pecado llevaron la penitencia.

Richard Sánchez dio otro aviso con un disparo de media distancia que llevaba dirección de arco, pero un Ustari agigantado voló y evitó el tanto azulcrema. Ahí las Águilas dejaron de tener presencia en el área rival, por el contrario, padecieron a un Pachuca dinámico que con Avilés Hurtado encontraron la vía del gol cuando el colombiano llegó al fondo por el costado derecho y sacó un servicio que Romario Ibarra empujó en el área chica.

El gol cayó como un mazazo para un América que no mostró reacción y sufría con los pases entre líneas del conjunto local que tomaban mal parada a la línea defensiva, parecía que el segundo tanto hidalguense estaba cerca y así fue. Erick Sánchez mandó a la lona al ave con un tiro de media distancia que entró bien colocado junto al poste derecho de un Memo Ochoa que se estiró lo más que pudo, pero no evitó la anotación.

América se iba al descanso sacudido, con la necesidad de hacer tres goles y no recibir no uno más. La misión lucía imposible, pero aún así los Cremas tenían que salir a buscar una gesta que los mantuviera con vida en el torneo.

En el complemento, América trató de ir al frente con la necesidad del resultado adverso, pero sin argumentos reales para insinuar una remontada. Por el contrario, Pachuca se plantó bien en su campo a sabiendas de que en cualquier descolgada encontraría los espacios necesarios para liquidar la eliminatoria y así fue. Otra vez la profundidad por derecha, centro al área y Romario Ibarra para cerrar la pinza. América necesitaba ya un auténtico milagro.

El 3-0 en contra apagó incluso animicamente a unas Águilas que acompañaron el tiempo restante más como comparsa del juego que como un animador del mismo. La serie estaba definida y sin que América llegara al juego de vuelta.

Al final, la reacción que vino con el cambio de técnico alcanzó solamente para llegar a Semifinal, pero ahí ya no le dio más la gasolina a una Tanoneta víctima de sus propias fallas desde la Ida y que ahora tendrá que fortalecerse en su estructura si es que el siguiente torneo quieren ser verdaderos candidatos al título.

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