El Clásico Nacional siempre es un escenario de presión máxima, pero Allan Saint-Maximin no necesitó mucho tiempo para demostrar por qué llegó como el fichaje más esperado del América en los últimos años. En su primer partido como titular, el francés encendió al estadio con una jugada que levantó a la afición azulcrema de sus asientos.
Desde el arranque del duelo ante Chivas, el dorsal 97 asumió la responsabilidad ofensiva y dejó claro que su desequilibrio puede ser diferencial en partidos de este calibre. Con personalidad y atrevimiento, el extremo mostró destellos de calidad que lo llevaron a ser considerado uno de los refuerzos más atractivos de toda la Liga MX.
La jugada de Allan Saint-Maximin que dejó atrás a toda la defensa rojiblanca
Muy temprano en el encuentro, Saint-Maximin tomó el balón detrás de medio campo y, con una conducción poderosa, encaró directo hacia la zaga rojiblanca. En su carrera dejó en el camino a tres defensores que intentaron frenarlo sin éxito, combinando potencia, velocidad y manejo de balón que hicieron recordar a las grandes figuras que han vestido la camiseta azulcrema.
El impacto fue inmediato: el estadio rugió con la acción y los aplausos bajaron desde todas las tribunas. El francés no solo mostró habilidad individual, sino también la capacidad de cargar con el peso del ataque americanista en el partido más esperado del semestre.