El Club América entra en su semana decisiva: Clásico Nacional a la vista y pizarra al rojo vivo. En Coapa lo saben: los partidos grandes se empiezan a ganar en los detalles tácticos y la gestión de perfiles.

En ese libreto, la mirada cae en Allan Saint-Maximin. Debutará en su primer Clásico y el amistoso ante DC United dejó una pista poderosa: el francés sí puede ocupar la mediapunta sin perder su veneno.

¿La pista clave? El francés también daña por el centro

De inicio partió por izquierda, pero rompió hacia carriles interiores una y otra vez. La acción que levantó al americanismo el misil que besó el poste nació conduciendo por el eje, atacando la media luna y soltando un golpe seco.

Más allá del casi gol, la secuencia revela lectura entre líneas, giro rápido y último toque con intención. Es decir, recursos de un “10” moderno: recibir entre centrales y contención, atraer y soltar para acelerar al equipo.

¿Cómo encaja la mediapunta de Saint-Maximin en el plan de Jardine?

La mediapunta del francés habilita un ataque con cuatro amenazas sin desordenarse: un extremo que fije por izquierda, Saint-Maximin flotando entre líneas, un extremo por derecha y el 9 cerrando áreas. En ese mapa, América gana amplitud, profundidad y ruptura interior.

La clave está en la presión tras pérdida: si el bloque se activa alto cuando él recibe dentro, el equipo recupera cerca y multiplica remates. Con ese ajuste, Jardine puede imponer ritmo y forzar a Guadalajara a defender mirando su arco.