En un partido tenso y sin demasiadas emociones en la ida de la final del Clausura 2025 entre América y Toluca, lo que sí desató la indignación azulcrema fue el arbitraje. Daniel Quintero, el juez central, dejó pasar dos penales claros a favor de las Águilas y perdonó una tarjeta roja directa a Alexis Vega, desatando una tormenta que terminó con una queja formal del club ante la Comisión de Árbitros. Pero lo más indignante se supo después: mientras Quintero se equivocaba en la cancha, el VAR… tenía la vista puesta en otra cosa.
La revelación vino de Fernando Guerrero, ex árbitro y ahora analista en TUDN. Mostró imágenes que captaron lo impensado: los encargados del VAR estaban más concentrados en platicar y observar al operador de pantallas que en su labor arbitral. Mientras el partido se definía, ellos parecían desconectados, conversando entre ellos sin reaccionar a los errores que perjudicaban al América. Una falta total de profesionalismo que deja mal parado al sistema arbitral mexicano en el momento más importante del torneo.
Mientras América sufría en la cancha, el VAR estaba distraído
Las imágenes exhibidas muestran a los árbitros del VAR en una charla distendida, casi casual, sin seguimiento visual al partido. Más atentos al técnico que manejaba la repetición que al propio encuentro, dejaron pasar decisiones que cambiaron el rumbo de la final, como la falta no sancionada dentro del área o la patada de Alexis Vega sin castigo.
La falta de reacción ante errores tan obvios reabrió el debate sobre la eficiencia real del VAR en la Liga MX. La pregunta es clara: ¿para qué está el VAR si no corrige lo evidente? Mientras el América busca el título, estos errores no hacen más que encender la polémica.
El árbitro para la vuelta también genera dudas en el americanismo
Ya se confirmó que el encargado de pitar la vuelta será César Ramos Palazuelos, árbitro mundialista y considerado de los mejores en México… pero con historial manchado para el americanismo. Fue protagonista en la final del Apertura 2019 frente a Monterrey, donde varias decisiones suyas inclinaron la balanza.
Aunque su experiencia es incuestionable, la memoria reciente no juega a su favor entre los azulcremas, que temen una repetición del guion. Y si América vuelve a ser perjudicado, la conversación no girará solo en torno al resultado, sino al sistema arbitral que parece jugar en su contra.