El reclamo fue unánime y se escuchó en todos los rincones del Estadio Azteca, donde el América igualó ante Monterrey por 1-1 en el Clausura 2024. Si bien el punto le sirvió a las Águilas, hubo algo que no terminó de convencer.
Y es que el descontento de la afición era por algo más que el resultado o incluso el funcionamiento colectivo. La gente solo pedía el fin, de una vez por todas, de una palabra prohibida en el Coloso de Santa Úrsula: rotaciones.
Ya pasaron varios días desde entonces y la palabra que no debe ser nombrada solo ha cobrado fuerza de la mano de André Jardine. El DT ha dejado claro que los cambios en la alineación serán prácticamente un ritual de ahora en adelante.
Las críticas no se han hecho esperar por parte de la afición, especialmente tras los recientes tropiezos del América. El equipo se ha visto afectado por tantas modificaciones y la prueba más reciente fue en la ida ante el Real Estelí.
América afronta un semestre muy particular en el que no solo busca conquistar el Bicampeonato, sino también la Concachampions. Y sí, la fórmula de André Jardine no es la más popular… pero es el ÚNICO camino al éxito.
Las rotaciones son una necesidad
André Jardine confesó que tenía el objetivo de marcar una época con las Águilas, por lo que afrontará todas las competiciones con la misma idea: ser campeón. El problema es que todo esto tiene un costo muy alto…
Y es que el calendario del América es sumamente exigente, pues el equipo debe afrontar partidos cada tres días. La eliminatoria frente al Real Estelí es una clara demostración de lo difícil que es jugar dos torneos en simultáneo.
El problema no es vencer a los nicaragüenses, sino rendir a un alto nivel en todas las competencias y con tan poco tiempo de descanso. No hay manera de que el América recupere a todos sus futbolistas jugando cada 72 horas.
Antes de analizar el tropiezo en la visita frente al Real Estelí, primero hay que mencionar que el América había jugado tres días antes ante a un duro rival como Rayados. Y luego hizo la visita a León, donde realizó un gran desgaste.
“El tema de las rotaciones no es una opción, es una obligación, porque es imposible soportar todo el calendario. Le damos tiempo de recuperación a todos los jugadores, las cargas son altas”, explicó André Jardine al respecto.
Las lesiones lo confirman
El desgaste físico del América no es un mito y André Jardine es consciente de ello. Pero a veces el DT se ve obligado a apostar por la continuidad de ciertos jugadores en el once, y es ahí donde muchas veces llegan las peores noticias.
Un claro ejemplo es el de Sebastián Cáceres. El central es un pilar en la defensa americanista y sumaba cuatro partidos en fila. ¿El resultado? Salió lesionado por una molestia muscular en el inicio del complemento ante León.
El mismo riesgo corría André Jardine si no le daba descanso a Álvaro Fidalgo en el partido ante Real Estelí. El Maguito acumulaba una alta cantidad de minutos y su presencia en Concachampions aumentaba la posibilidad de una lesión.
Es cierto que el América pierde mucho con las rotaciones en el once inicial, pero más perdería si se queda sin sus figuras por un largo periodo de tiempo. André Jardine debe ser muy cuidadoso en ese sentido, así le cueste críticas.
El ejemplo del Manchester City
A efectos de calendario y exigencia por ganarlo todo, América y Manchester City son dos gotas de agua. Los de Pep Guardiola apenas tienen descanso entre partidos y aun así conquistaron un total de cinco títulos en 2023.
La fórmula utilizada por el director técnico de los Citizens es precisamente la misma que defiende André Jardine: las rotaciones. Pep Guardiola sorprende constantemente con innovaciones tácticas, pero esto tiene un trasfondo.
Y es que el entrenador catalán no solo busca que el Manchester City sea un equipo indescifrable para el rival, sino también sobrevivir a los tramos más exigentes de la temporada y llegar ‘fresco’ a los meses de definiciones.
El campeón del mundo ha dominado cada competición a base de rotaciones, sufriendo en ocasiones tropiezos inexplicables como el que tuvo el América en Nicaragua; sin embargo, a largo plazo es un riesgo que vale la pena correr.
No es un 11, es un equipo
Dicho todo lo anterior, las declaraciones de André Jardine tienen todo el sentido del mundo. Aunque el escenario parece desfavorable, lo cierto es que también es una oportunidad para completar un semestre histórico.
Y es que el América tiene una plantilla amplia, con variantes de calidad para cada puesto que puede ser aprovechada por el DT. La profundidad del banquillo de las Águilas vale oro y este es el momento de explotar su potencial.
América no es un equipo más de la Liga MX. No basta con cortar una sequía de varios años sin levantar un título o completar buenos registros. Los Azulcremas viven un momento especial y también pueden trascender fuera de la Liga MX.
Pero esto no es una carrera de 100 metros planos, ni mucho menos. El camino es largo y la misión de André Jardine es llegar en condiciones para la etapa decisiva del semestre. Y sí, las rotaciones son el precio que tiene que pagar.