En los últimos días, un rumor sacudió al mundo del futbol mexicano: la posibilidad de que Marcelo, leyenda del Real Madrid, llegara al Club América como agente libre para el Clausura 2025. La información fue revelada por la agencia brasileña RTI Esporte, donde aseguraron que Emilio Azcárraga estaría buscando inversionistas y el apoyo de marcas como Nike y Televisa para hacer realidad este fichaje soñado.
Sin embargo, aunque la noticia generó mucha expectativa entre los aficionados azulcremas, la realidad es que parece más un escenario de fantasía que una posibilidad concreta. A pesar del poderío económico del América y sus fuertes alianzas comerciales, los números detrás de esta operación parecen fuera de cualquier lógica dentro de la Liga MX.
El contrato de Marcelo sería un obstáculo insalvable para el América
De acuerdo con RTI Esporte, Marcelo habría puesto sobre la mesa sus condiciones para un posible fichaje: un contrato por dos años con un salario de 24 millones de dólares, es decir, un millón de dólares mensuales. Una cifra que, incluso con el apoyo de inversionistas y marcas patrocinadoras, parece imposible de cubrir para el Club América sin desequilibrar sus finanzas.
El fichaje de Marcelo no solo representaría una apuesta económica arriesgada, sino que también limitaría los movimientos financieros del club para reforzarse en otras posiciones clave. Aunque el lateral izquierdo brasileño sigue siendo un nombre atractivo para cualquier equipo, el precio que ha puesto sobre la mesa es inalcanzable para cualquier club de la Liga MX, incluido el América.
El América no necesita a Marcelo con Chicote y Borja en el plantel
Más allá del impacto mediático que tendría ver a Marcelo vistiendo la camiseta azulcrema, la realidad es que el América no necesita reforzar la lateral izquierda. Actualmente, el equipo cuenta con dos jugadores sólidos para esa posición: Cristian ‘Chicote’ Calderón y Cristian Borja, quienes han cumplido bien con sus responsabilidades en el esquema de André Jardine.
Marcelo, a sus 36 años, está lejos de su mejor versión. Aunque su calidad técnica sigue intacta, el físico ya no le permite competir al nivel más alto durante toda una temporada. Su fichaje sería más un golpe mediático que deportivo, algo que no encaja en la filosofía actual del América, donde se busca equilibrio entre experiencia y juventud en el plantel.