América está firme con Independiente: quiere el dinero y no acepta jugadores por la deuda por Cecilio Domínguez a 15 días de que se venza el plazo

La situación entre el América e Independiente se complica cada vez más: quedan apenas 15 días para que se venza el plazo estipulado para que el club argentino pague los 3,2 millones de dólares de la deuda que mantiene por el pase del ofensivo paraguayo en 2019 y no parece estar en condiciones de hacerlo, sino todo lo contrario…

El panorama económico en el club de Avellaneda es mucho más complicado todavía que hace un mes, cuando el fallo de la FIFA le dio la razón al Más Grande y determinó que, en un período máximo de 45 días, el Rojo debía abonarle el monto ya mencionado a la institución del Nido de Coapa. Desde Buenos Aires ofrecieron el regreso del sudamericano y hasta otros jugadores a cambio debido a la crisis económica que viven, pero desde el Distrito Federal respondieron que no aceptarán otra cosa que no sea la plata.

“Nosotros ya manifestamos que no nos interesa recibir como pago a ningún futbolista y que lo que nosotros queremos es el pago” , declaró en la entrevista con TUDN Santiago Baños, el Presidente Deportivo de las águilas, quien de hecho no se movió de esa postura. Entonces, se obren otras alternativas en medio de este horizonte sombrío y lleno de incertidumbre.

Ocurre que la entidad albiceleste está a punto de vender a Domínguez y al joven zaguero Alan Franco a la Major League Soccer de los Estados Unidos, por lo cual entre ambos recaudaría una cifra cercana a los seis millones limpios como para poder así afrontar el adeudo que sostiene con los azulcremas, aunque también existe un pedido extra al respecto: que sea en cómodas cuotas y no cash como pretende el Ame.

Esta última opción se puede llegar a conversar para tratar de llegar a buen puerto y que al menos, si bien no se trata de la coyuntura esperada, se pueda cobrar en algún momento la fortuna que Independiente aún le debe al América. El enojo con los argentinos es tan fuerte en la Capital que hasta prometieron no negociar nunca más con ellos. A tener paciencia, entonces. No queda otra.