No cabe duda que el América ha cometido muchos errores en los últimos años, aquellos que tienen al equipo en una situación muy desagradable para sus millones de aficionados en el mundo. La derrota del domingo frente a los Tecos reflejó una vez más la grave situación que vive el equipodesde hace tiempo. Sin embargo, también sirvió paracomprobar que existen jugadores dentro del plantela los que realmente no les afecta en lo más mínimo perder ydestruir las ilusiones de los americanistas. Un claro ejemplo es el delantero brasileñoRobert De Pinho, quien llegó a Coapa a principio de año como uno de los ocho refuerzos quecontrató la actual directiva para competir en el Clausura y la Copa Libertadores, a esta última ni siquiera se calificó. Casualmente,la personaque lo trajo al futbol mexicano (al Atlas) es la misma que ahora lo vistió de amarillo, Jaime Ordiales. Un párrafome tomaré de esta columnapara dejarles la siguiente interrogante: ¿Qué méritos ha hecho Ordiales para tener un puesto tan importante en el club más grande de México?Con la camiseta azulcrema seguro que ninguno (nunca la vistió), como técnico, tampoco, y como directivo… Bueno, los resultados están a la vista: La peor temporada en la historia del equipo, tres liguillas consecutivas afuera (vamos por la cuarta), malas contrataciones, en fin, ustedes tendrán la mejor opinión. Volvamos a De Pinho. Una vez consumada la derrota por 1-2 contra los zapopanos, las cámaras de AméricaMonumental tomaron al atacante, quienparecía estar sumamente tranquilo, en paz, cómodo y hasta contento, se abrazaba y no paraba de reír con sus ex compañeros, los jugadores de Tecos. En efecto, la cuarta eliminación consecutiva del América se acercó un poco más con ese nuevo tropiezo en casa, y al brasileño parecía no importarle en absoluto. Quizás estemos exagerando, pero no nos quedan dudas de que muchos de ustedes, queridos lectores, habrán jugado futbol enalgún nivel y sabrán que cuando uno queda afuera de competencia es un momento de amargura, tristeza, frustración y desilusión, cualquier cosa menos alegría, ¿no es así? Ahora, imagínense que detrás de ustedes tienen a millones de personas que se enojan, patalean, gritan, lloran ymaldicen cuando uno pierde, y que todo eso no les genere un poquito de vergüenza, coraje o pena. Esto es lo que pasa con este jugador y quizás con unos cuantos más. Realmente el América, como institución y como afición,merece jugadores que sientan un compromiso con el club, no sólo en lo contractual, sino en lo moral, ya que ocupan un lugar privilegiado en el que millones quisieran estar, y lo menos que pueden hacer es honrar a la camiseta y a la gente que cada fin de semana prende la televisión o paga un boleto para irlos a alentar. Artemio Flores, Director Editorial de AméricaMonumental.com Foto: AméricaMonumental.com