El curioso caso del policía narcotraficante que quiso jugar en el América

Era un día como todos en la semana de las prácticas delAmérica en la Temporada 1983/1984 y Carlos Reinoso solicitó la presencia a un grupo de jugadores de la cantera del club, para un entrenamiento con el equipo principal. Entre ellos, se presentó un defensa central llamado Genaro García Luna que, como el resto, no superaba los 17 años.

Ese mismo zaguero que soñaba con ser futbolista profesional de las Águilas, 22 años más tarde, se convirtió en Secretario de Seguridad Pública Federal durante el período de Felipe Calderón, hoy detenido por una causa en la que se lo señala de recibir coimas millonarias del Cártel de Sinaloa para habilitar la libre circulación de cargamentos de estupefacientes de México hacia los Estados Unidos de acuerdo al caso número 1:19-cr-00576-BMC emitido por la Corte de Distrito Este de Brooklyn en Nueva York.

 

“Genaro García Luna jugó en las Fuerzas Básicas del Club América, y luego cuando salió de las categorías, lo pasaron a la tercera división”, aseguró en una plática con el portal Mediotiempo Ángel la ‘Coca’ González, descubridor, entre otros, de figuras del futbol de México como la leyenda Cuauhtémoc Blanco y el actual delantero del Napoli Chucky Lozano. 

“Le gustaba mucho el futbol y era americanista. Yo lo conocí cuando tenía como 17 años. Lo conocí grande cuando llegó a la última categoría de Fuerzas Básicas del América”, agrega González, quien supo ser el director de deportes de la Secretaría de Seguridad Pública durante la administración de Genaro García Luna.

 

 

El paso de García Luna por la Liga Española de Futbol de la FMF

Genaro García Luna alcanzó a jugar tres temporadas con el Real Gijón de la Liga Española de Futbol Amateur, competencia reconocida por la Federación Mexicana de Futbol, entre 1984 y 1988. En su segunda campaña, en la que fueron campeones, tuvo a "La Coca" como entrenador. “Era un defensa central fuerte, potente, no era muy alto pero cabeceaba bien. Era de carácter fuerte. Técnicamente no era excelente, pero no era malo”, recordó Ángel González.