Brilló en el fútbol francés y se consagró en el Mundial de Brasil, pero llegó a España y comenzó su debacle: no encuentra titularidad y no fue convocado para la Selección Mexicana.
Guillermo Ochoa es considerado como uno de los mejores poteros mexicanos de toda la historia. De hecho, Memo fue uno de los rendimientos más altos de la Copa del Mundo de Brasil 2014, lo que hizo pensar que la carrera del arquero crecería a pasos agigantados.
Sin embargo, el panorama para Ochoa fue mucho más oscuro de lo que se imaginaba. Luego de tres temporadas muy buenas en el Ajaccio de Francia, Memo sonó como posible refuerzo de clubes como Paris Saint-Germain, Liverpool, Barcelona y Bayern Munich, pero terminó siendo adquirido por Málaga.
En el club español cometió algunas equivocaciones y el camerunés Carlos Kameni se quedó con el arco. Como consecuencia, Ochoa sólo pudo disputar seis encuentros oficiales en toda la temporada y los mismos tuvieron que ver con la Copa del Rey.
Durante el último año, el hombre surgido de las fuerzas básicas de América se conformó con las convocatorias para la Selección Mexicana, pero, ahora, con la llegada de Ricardo Ferretti, esa salvación tampoco llegó: el Tuca no convocó al portero de Málaga.
De esta manera, el presente de Ochoa no podría ser peor. No tiene lugar en el equipo titular de Málaga y no entra en los planes inmediatos de la Selección Mexicana. Algunos se animan a afirmar que se trata del inicio de su debacle futbolística.