La reseña comienza con Alemania, ya que Maurizio Gaudino se calzó la playera de las águilas. El segundo en la nómina es Camerún, con François Omam-Biyik, tal vez el más destacado de todos, aunque no fue el único porque en la misma época lo acompañó su compatriota Jean-Claude Pagal: fueron un par de incorporaciones que absolutamente nadie esperaba a mediados de la década de 1990.
En un mismo grupo, el tercero, se puede ubicar a tres naciones de Centroamérica: Costa Rica, Cuba (Edelmiro Arnauda Cardona) y Curazao (Ronald Martell). Los ticos que representaron al Ame fueron ocho: Carlos Alvarado, Manuel Muñoz, Gregorio Morales, Guido Matamoros, Hernán Cabalceta, Jorge Quezada, Juan Iván Soto y Quino Fernández.
Cómo olvidar además que hubo un elemento proveniente de Escocia (John Kerr), uno de Francia (el reciente Jérémy Ménez), dos de Hungría (Itzvan Kadas y Iván Czintalán), dos de Italia (Alcide Prodoscime y Marco Rossi) y ¡siete! arribaron desde España: Miguel Giralt, Antonio López Herranz, Luis Regueiro, Manolo Alonso, Mariano Uceda, Antonio Villar Chao y José Cobo.
Este particular listado lo completan Panamá (Felipe Baloy), Rumania (Ilie Dumitrescu), Yugoslavia (Davor Jozić y Goran Milojević) y Zambia, con el inolvidable Kalusha Bwalya que formó junto a Biyik la famosa delantera letal apodada "Las águilas negras" o "Las abejas asesinas".