Uno de los pocos africanos que jugó en América en la historia esFrançois Omam-Biyik, el exelantero camerunés que jugó mucho mejor de lo esperado y hasta fue figura con la playera azulcrema entre 1994 y 1996, además de haber pasado por Atlético Yucatán el año siguiente y por Puebla en 1999 antes de retirarse en el desconocido Châteaurouxde Francia en el 2000.
El propio club del Nido de Coapa decidió recopilar sus mejores goles en un breve video de menos de dos minutos en el que se lo observa lucirse en el área adversaria con todo tipo de recursos para la definición: de zurda, de derecha, de cabeza, con remates fuertes, con tiros más a colocar… Y con Cruz Azul, Atlante, Puebla y Toluca como algunas de sus principales víctimas.
En aquel marketinero pero también efectivo elenco del estratega neerlandés Leo Beenhakker fue fichado junto a su compatriota Jean-Claude Pagal yformó una dupla temible de ataque con el zambianoKalusha Bwalyaapodada “las águilas negras”y “las abejas asesinas”. De hechole reportó en latemporada 1994/95 un memorable récord de 11 anotaciones consecutivas y 49 tantos en las tres campañas.
Por supuesto que participó con la Selección de su país, además de haberse desempeñado en Sampdoria de Italia y en Canon Yaoundé de Camerún más Stade Lavallois, Rennes, Cannes, Olympique de Marsella yLens, aunque sus únicos trofeos oficiales fueron una Copa local con Lens en 1994 y la Copa África de la edición de 1998 en Marruecos.
Biyik, de 1.85 m. y 80 kilos, arribó al Más Grande llamativamente,como también lo hicieron a lo largo de los años elementos desde otros orígenes exóticos como Alemania, Costa Rica, Panamá, Cuba, Curazao, Escocia, Honduras, Hungría, Rumania y Yugoslavia, por ejemplo.
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