El Súper Clásico entre América y Chivas disputado ayer en Estados Unidos estuvo interrumpido unos minutos en la segunda mitad debido a que un espontáneo ingresó al campo de juego.

El fanático azulcrema burló a la seguridad del Memorial Coliseum de Los Ángeles para ir en busca de su ídolo, Oribe Peralta, con quien quería tomarse una fotografía.

El capitán de las Águilas no dudó en acceder a la petición del fan e incluso lo defendió de los efectivos de seguridad, quienes pretendían llevarse detenido al aficionado.

Aunque sí pudo tomarse la selfie con el Cepillo, los jugadores del América no pudieron evitar que la seguridad del inmueble se llevara al espontáneo.

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