Peralta habló sobre su rendimiento y sobre lo que significa representar al más grande.
Oribe Peralta acaba de tener tal vez su peor semestre con la playera de América desde que llegó desde Santos a mediados de 2014 por unos ocho millones de dólares. A sus 34 años, el Capitán recordó con Marca Claro cómo arribó al Nido cuando tenía 30: “Mi fichaje al América se cierra al día siguiente de que habíamos perdido la semifinal contra Pachuca. Todavía estaba asimilando las cosas, la derrota, por qué y todo esto. Me hablan a la oficina y dicen que tenemos que hablar, que estamos negociando con América. Les dije ‘ustedes son los que deciden y creo que nos conviene a los dos´”.
“Cada cabeza es un mundo, a algunos les puedo gustar y a otros no”.
El Cepillo explicó aquel traspaso cuando ya era casi ídolo de los laguneros, club por el que además simpatiza Peralta: “Decirle que no es muy difícil y lo acepté porque me gustan los retos, porque siempre ha sido complicado y dicen que todo jugador que llega al América, se termina su carrera. Yo creo que terminas tu carrera por decisiones y si no te esfuerzas por representar a este equipo de la mejor forma, donde todos los demás equipos juegan una final ante el América. Si no te das cuenta de esto, el América te va a quedar grandísimo”.
Por último, el centrodelantero repasó su bajísimo nivel durante este 2018: “Yo no tengo que demostrarle nada a nadie y siempre lo veo así, trato de esforzarme por mí, por mis compañeros, por estar al lado de ellos, pero al final de cuentas cada uno tiene su opinión. Como dicen por ahí, cada cabeza es un mundo y a algunos les puede gustar tu forma de jugar, a otros no, pero al final de cuentas, tú eres el que estás ahí, entonces tienes que dar el ciento por ciento y ya si no le gusta a los demás, ese no es tu problema”.
Confía en volver al gol:
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