Si alguien supo sacarles el provecho a los últimos dos grandes arqueros que tuvo el Club América en este lustro fue Óscar Jiménez, el habitual suplente de Agustín Marchesín en primera instancia y de Guillermo Ochoa en la actualidad. En la entrevista con TUDN, el guardavalla mexicano detalló qué aprendió de cada uno en el día a día de los entrenamientos en las instalaciones del Nido de Coapa.

"Marche en los partidos sale a muerte en las pelotas divididas, tiene mucha confianza con los pies. Es un líder porque al equipo que va sale Campeón... Yo no tenía el gusto de conocerlo, cuando estaba en Santos no me caía bien como portero y ahora que lo tuve de compañero cambiaron las cosas. En cada partido quiere jugar y ganar, trae al equipo muy concentrado", comenzó.

Óscar Jiménez también llenó de elogios a Ochoa, el titular hoy en el Club América: "De Memo resalto es el temple que tiene, no siente la presión, la experiencia que ha ganado vale muchísimo, entonces es una persona muy sobria y tiene reflejos. Él saca las pelotas que uno piensa que van a ser goles".

Sin embargo, el ex Indios, Lobos BUAP y Jaguares no se ve demasiado parecido a ninguno de sus dos coleegas mencionados: "He tenido la fortuna de estar con ellos dos aprendiéndoles y yo me defino como de un poco de todo, preparado para los momentos, me gusta atreverme a salir, cada día con los pies voy mejorando, me cuesta un poco arriesgar como hacía Marche que salía, pero bien".

"Tengo reflejos, soy una persona a la que me gustaría que me recordaran como apasionado y como que siempre defendió el arco a muerte", sentenció el futbolista de 31 años, 1.82 m. y 78 kilos, quien arribó al Nido de Coapa en 2017 y ya fue parte de tres Campeonatos con el Más Grande.