Oscar Jiménez ha sido paciente. Llegó en 2016 al Club América, pero no vio su debut en el primer equipo hasta 2019, una vez que Agustín Marchesín fue vendido al futbol europeo. ¿El problema? semanas más tarde llegó Guillermo Ochoa al equipo y, nuevamente, el portero fue relegado a la banca de suplentes.

Sin embargo, para él eso no ha sido problema. En plática con Marca Claro, el arquero azulcrema aseguró que "la cualidad que debe de tener un portero, más que reflejos o técnicamente hablando, yo creo que es paciencia, perseverancia, y yo desde que supe que iba al América sabía que iba a tener retos grandes y eso me gustó. No me conformé con ir a otro equipo. Cuando se da la venta de Marchesín, creí que iba a tener un poco más de oportunidad... y llega Memo, que es un referente de América".

 

Y en ese momento todo cambió. "Llega Memo con ese cartel y yo nunca bajé los brazos, porque en el América se necesitan tener jugadores de calidad y siempre he sido muy leal a mi trabajo y mi persona, porque, si bien no se me dan las oportunidades, yo estoy tranquilo porque trabajo día con día y para eso estoy. Es mi trabajo, en momentos de los que ahora me está tocando vivir. Tienes que estar al cien por ciento", agregó el guardametas.

Jiménez volvió a ser titular ante Cruz Azul. (Jam Media)

"En América no puedes poner excusas de que 'no tengo ritmo', 'no tengo los minutos', porque la vida pasa muy rápido, y en América más, dan pocas oportunidades y yo trabajo y espero que salgan bien las cosas", destacó Jiménez.

 

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Pero para él, conseguir volver a la titularidad fue un sueño, a pesar que implicara la lesión de Guillermo Ochoa. "Esto pasó en siete minutos, y cuando empezó a sentir molestias nunca creí que fuera algo tan grave. Ya en la parte final del calentamiento, él se acerca con los doctores y yo estaba por el tiro de esquina. Entonces veo que camina y yo me imaginé que iba al vestidor a que le diera masaje o algo. Entonces, ya cuando me acerco, ya me dicen: 'Calienta porque vas a jugar' y me ataqué de la risa dije: '¿Cómo? No falta nada.' Ya cuando llegué al vestidor y vi lo que le había pasado a Memo, platiqué con él y fue muy importante la confianza que él me transmitió y, junto con él, todos los compañeros y Miguel", sentenció.