Dicen que una imagen vale más que mil palabras. En este caso, encontramos esta imagen que, si bien tiene 12 años de antigüedad, refleja a la perfección el momento actual dela relación entre la directiva del América con Cuauhtémoc Blanco. Está cada vez más claro que la gente que maneja al América no tiene la más mínima intención de que el ídolo vuelva a jugar con los colores que mejor le sentaron en su carrera. Es cierto que tienen motivos para no contratarlo, principalmente el de la edad. Pero también hay motivos para hacerlo. Motivos que tienen que ver más con un tema de respeto y gratitud hacia uno de los jugadores más queridos por la afición azulcrema. Me dirán que un club grande como el América no se puede dar el lujo de “regalar” un lugar en su plantel para un jugador que no marque diferencia. ¿De verdad? ¿Han visto el plantel en los últimos cinco años? ¿Qué daño podría causar Cuauhtémoc comparado al que han causado decenas de futbolistas que no tienen el talento ni la personalidad para estar en este club? Para mí, todo lo contrario, sería una forma de devolverle algo de personalidad a un equipo hundido en la depresión. Y de paso, una forma de homenajear como se merece a un futbolista que le entregó tanto al club y a sus aficionados. Muchos hablan de que Blanco ya no está para jugar, que se debió retirar hace tiempo y que hoy en día es más un artista y conductor que un futbolista profesional. Lo que se olvidan quizás es que Cuauhtémoc es un tipo que juega con más pasión que ningún otro mexicano que yo haya visto. A sus casi 39 años, el atacante sigue teniendo ese amor por el futbol que muchos jugadores que son 10 ó 15 años menores se olvidan de mostrar. Particularmente, en el actual plantel del América hay al menos media docena de elementos que parece que cuando juegan le están haciendo un favor al club. Cuauhtémoc es diferente, él juega porque lo siente, lo vive y lo disfruta. A estas alturas de su vida y con tantos kilómetros recorridos en las canchas de México y el mundo, estoy convencido de que Blanco no juega por dinero, de eso ya tiene mucho. Insisto, juega porque le apasiona este deporte. Y en el América hace falta gente con esa pasión, aunque esté por cumplir 39 años. En mi opinión, Cuauhtémoc no es la solución del América, está lejos de serlo, pero tampoco sería un estorbo como muchos lo hacen parecer. Cuauhtémoc llegaría a Coapa para sumar, para enseñar, para liderar, para ser el referente que no tiene el plantel, para darle carácter a un equipo que se está acostumbrando a ser sumiso. Eso aporta más que hacer 10 goles en una temporada. Ricardo Peláez y el resto de la directiva del América no lo quieren en Coapa. Se deshacen en elogios por él, pero son incapaces de ofrecerle una despedida como la que se merece, para ellos es preferible contar con un Rolfi Montenegro, un Vicente Sánchez o un Vuoso, que no significan nada para la historia del América y que por el contrario, la ensucian con cada torneo mediocre que realizan. Son pocos los ídolos del tamaño de Cuauhtémoc Blanco en México y por supuesto en el América. Tristemente le están dando la espalda e impidiendo la posibilidad de cerrar con broche de oro una carrera excepcional. Por último, le digo al ídolo: Cuauhtémoc, el América es más tuyo que de Peláez, De Luisa, Herrera, Vuoso, Vicente, Montenegro y todos los que hoy se visten de amarillo. Es más tuyo que del propio Azcárraga. Tu afición lo sabe, quédate con eso. Con afecto, un gran admirador. Tu opinión nos interesa, compártela con respeto. Por Artemio Flores, Director Editorial de AméricaMonumental.com Twitter:@Arte_FloresMtz Foto: Mexsport