Oribe Peralta fue un futbolista sumamente querido por el público mexicano (sus tantos en la Selección, especialmente los que sirvieronpara ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012) y por América, donde se alzó con varios títulos y marcó dianas en momentos decisivos.
Sin embargo, su decisión de marcharse a Chivas fue un antes y un después en su carrera y en su relación con los aficionados de Las Milonetas. En diálogo conTUDN,el exfutbolista explicó la razón por la que se marchó de la institución y por qué fichó por el cuadro deGuadalajara, el clásico rival.
“Antes de ir a Morelia tuve un paso por Chivas. Justo había cumplido 18.Llego en enero, estaba Ruggeri como entrenador.Estuve entrenando con una tercera y lo que restaba el torneo, como no estaba registrado ante la Federación, me mandan con el primer equipo, donde estaba Oswaldo, Adame, ‘Gusano’ Napoles, Omar Bravo, Ramoncito…”, comenzó su relato.
“Llego ahí y pensé que iba en serio, pero corren a Ruggeri y el equipo lo iban a vender. Entonces, el que era dueño del equipo les dice a los de Cesifut que me lleven porque puede ser que me quede y no les paguen lo que iba a costar. Allíme liberan, me regreso a Torreón y me voya Morelia. Entonces fue algo que ya había probado y que tenía esa espinitaclavada”, explicó sobre su pase a El Rebaño.
No tuvo oportunidad
De todas formas, El Cepillo manifestó que su estadía con Los Rojiblancos no fue el agradable: “Sabía que no iba a ser lo mismo por el ritmo de competencia, no era la misma edad, pero después yo estuve siempre al 100 por ciento y con toda la disposición de jugar y no me dejaron jugar. Esa es la realidad, siempre estuve disponible y jamás hubo una oportunidad”.
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