El América sigue arriba, pero el tricampeón encadenó dos juegos sin victoria, Chivas y Monterrey, y el liderato volvió a alejarse. Con calendario corto y la obligación de reaccionar ya, en Coapa sube la temperatura: no hay margen para un tercer tropiezo.
En ese contexto apareció una señal fuerte desde la dirigencia. Un alto mando se presentó en el Nido para apretar tuercas, pedir respuestas inmediatas y revisar, cara a cara, cómo se corrigen detalles en cancha y vestidor.
¿Mensaje desde arriba? Baños observa y conversa en el Nido
Santiago Baños acudió al primer entrenamiento de la semana rumbo a San Luis. Charló con parte del staff de André Jardine, incluido su asistente Paulo Víctor, y con áreas deportivas. El gesto importa: tras dos partidos sin triunfo, la presidencia deportiva pide reacción, orden y puntos. En el América, competir es obligación; sostener la cima, una rutina.
La otra batalla: la enfermería no da tregua
A la presión deportiva se suma la médica. Henry Martín y Jonathan dos Santos estarán fuera varias semanas; Dagoberto Espinoza sufrió rotura de ligamento cruzado y dijo adiós al semestre. Se van liderazgo, gol y un lateral que había ganado la titularidad. Toca rearmar jerarquías y rotaciones.
El pizarrón de Jardine exige ajustes finos: gestionar cargas, compactar líneas y exprimir a los más en forma. Con el ataque tocado, cada balón parado y cada transición pesan el doble.