Durante las últimas semanas, el nombre de James Rodríguez volvió a sonar con fuerza alrededor del Club América. Tras confirmarse que el colombiano no continuará con León para el Clausura 2026, múltiples versiones lo colocaron como posible refuerzo azulcrema, especialmente ante las bajas, lesiones y la evidente fragilidad del mediocampo americanista en este torneo. La idea de incorporar a un creativo con recorrido internacional alimentó rumores, debates y titulares.

Sin embargo, mientras la especulación crecía afuera, dentro de Coapa la historia era completamente distinta. Aunque se habló de acercamientos y sondeos iniciales, la realidad es que el América nunca avanzó en la operación, y ahora se sabe exactamente por qué. Una filtración desde dentro del propio club reveló quiénes tomaron la decisión final y por qué el fichaje de James nunca estuvo realmente sobre la mesa.

¿Quiénes frenaron el fichaje de James Rodríguez en el América?

De acuerdo con información del periodista Carlos Ponce de RÉCORD, la determinación fue unánime: André Jardine, Santiago Baños y Diego Ramírez coincidieron en que James Rodríguez no encaja en las necesidades actuales del proyecto. La directiva y el cuerpo técnico concluyeron que, pese al nombre y la trayectoria del colombiano, su perfil no suma al estilo de juego ni a la exigencia física y competitiva que busca el club para reconstruir su mediocampo.

Ponce detalla que el análisis interno fue claro: James no representa la solución deportiva que el América necesita en este momento. Entre lesiones, irregularidad y costos salariales, la apuesta se consideró poco viable para una plantilla que requiere piezas funcionales, no figuras de impacto mediático. La frase que resume la postura interna apareció en su columna: “No es un futbolista que fortalezca al proyecto más ganador de nuestra era”.

La decisión abre un nuevo escenario para el América. Sin James en la lista, la directiva deberá encontrar un refuerzo que realmente encaje en el modelo competitivo de Jardine y que permita recuperar el control del mediocampo, el sector donde más se ha resentido el equipo en este torneo. El reto no es solo contratar, sino acertar. Y el margen de error es mínimo.