La rivalidad se traslada a Glendale: América y Chivas chocan este sábado 11 de octubre en el State Farm Stadium a las 21:00 horas, tiempo del centro de México, en un amistoso pactado para mantener ritmo competitivo y cumplir compromisos de gira. Un Clásico fuera de calendario, con aroma de partido grande.
El duelo llega con una lectura incómoda para el Rebaño: América está a las puertas de una “cifra redonda” en el historial. Según recuentos históricos, las Águilas suman 99 triunfos totales frente a 81 de Guadalajara, con 82 empates; una victoria más alimentaría un relato que duele en el Jalisco, aun si no formara parte del conteo estrictamente oficial.
América llegaría a 100 victorias históricas contra Chivas
El escenario no es menor. Glendale se ha convertido en plaza recurrente para llevar el Clásico a la afición en Estados Unidos, y “amistoso” es solo una etiqueta cuando se trata de estos colores. En la cancha, André Jardine mantiene un equipo con automatismos reconocibles y jugadores en buen momento, pieza por pieza, para sostener el protagonismo.
Chivas pegó en el último choque liguero y se llevó el Clásico 1-2 en Ciudad de México. América dominó tramos largos, pero la falta de contundencia pesó; fue un golpe que el vestidor no olvida y que convierte Arizona en una oportunidad emocional.
Si América gana, no reescribe la estadística de torneos oficiales, pero sí instala un mensaje: la cifra simbólica está a tiro y el impulso anímico llega justo antes del tramo clave del Apertura. Y si pierde, el ruido cambia de vestidor. Sea como sea, el sábado por la noche en Glendale no será una noche cualquiera.