La directiva del Club América tomó una decisión estratégica en el Apertura 2025: enviar a préstamo a varios canteranos para que ganaran minutos, madurez y roce competitivo antes de volver a Coapa. La idea era clara: preparar talento joven para fortalecer al primer equipo en el corto plazo.

El problema es que el plan no funcionó. A meses de distancia, el balance es decepcionante y deja una conclusión incómoda: ninguno de los jugadores prestados regresará listo para competir por un lugar con André Jardine, justo cuando el club enfrenta carencias de profundidad y presión por la regla de menores.

Una generación que no aprovechó su oportunidad

Durante el último torneo, América cedió a préstamo a Emilio Lara, Esteban Lozano, Walter Portales, Miguel Ramírez y Franco Rossano, esperando que alguno lograra consolidarse. Sin embargo, las circunstancias y el rendimiento jugaron en contra desde muy temprano.

Emilio Lara sufrió una fractura de tobillo en las primeras jornadas, lo que lo dejó fuera de combate gran parte del certamen. Por su parte, Lozano, Portales y Ramírez tuvieron un paso muy discreto por Puebla, sin continuidad ni grandes actuaciones que los pusieran como piezas relevantes.

El caso de Franco Rossano tampoco cambió el panorama: apenas sumó un par de juegos con Necaxa y pasó la mayor parte del torneo en la banca. El saldo final es claro y preocupante: América confió en su cantera, pero hoy ninguno de esos préstamos dejó argumentos para volver y garantizar competencia real en el primer equipo.