El Club América sufrió un durísimo golpe al quedar eliminado por Cruz Azul en los cuartos de final de la Concachampions 2025. El equipo azulcrema había fijado este torneo internacional como el gran objetivo del semestre, pero la eliminación ante su clásico rival no solo dejó fuera a las Águilas, sino que también golpeó el ánimo de toda la institución. Tras días de silencio, Santiago Baños, presidente deportivo del club, salió a hablar y dejó ver el sentir interno tras el nuevo fracaso internacional.
Con un tono firme pero autocrítico, Baños fue claro: no habrá excusas. América no logró el resultado que se había planteado, y en Coapa hay total conciencia del golpe anímico y de reputación que implica quedar fuera tan temprano en una competencia que no se gana desde 2016. La eliminación duele, y la afición lo siente, pero también lo sienten los directivos.
En el América no hay excusas por el fracaso en Concachampions
En conferencia de prensa, Santiago Baños rompió el silencio que se había mantenido tras la derrota ante Cruz Azul. Con la claridad de quien entiende la presión de este club, lanzó un mensaje que resonó fuerte en el americanismo: “Obligados siempre estamos, es lo que dicta la grandeza de este club como ningún otro. No hay otro equipo en México que tenga la presión de ganar títulos como este. No lloramos, no acostumbramos poner pretextos”, declaró. Para Baños, el fracaso es innegable, pero la responsabilidad también es asumida con carácter.
El mensaje desde la dirigencia fue directo: ni el arbitraje, ni las ausencias, ni los errores individuales sirven como justificación. En América se gana o se fracasa. Punto. Y esta vez, fue lo segundo.
Se multiplica la presión: el América, obligado al tetracampeonato
Con la eliminación en la Concachampions consumada, ya no hay distracciones ni margen de error. El América de André Jardine ahora tiene una única misión: conquistar el primer tetracampeonato en la historia de los torneos cortos en Liga MX. Todo el enfoque está puesto en la Liguilla, y el equipo llega como líder general y favorito claro. Pero eso no borra que, en lo internacional, todavía hay una deuda pendiente con la afición.
El fracaso en Concacaf ha dejado una herida, pero también una oportunidad: demostrar que este América aún tiene hambre de gloria. La presión no disminuye, al contrario, se multiplica. Y en Coapa lo saben.