El América Femenil lo volvió a hacer. Las Águilas de Ángel Villacampa cumplieron en la semifinal ante Chivas y se clasificaron nuevamente a la final de la Liga MX Femenil. Con una victoria contundente en el Estadio Ciudad de los Deportes, el equipo azulcrema confirmó que sigue siendo protagonista del futbol mexicano y ahora espera rival para la gran final del Clausura 2025, que podría tener el ingrediente especial de la revancha.
Después de disputar varias finales y consolidar al América como un habitual en la fase decisiva del torneo, Villacampa y sus jugadoras buscarán levantar un nuevo trofeo. Pero para lograrlo, podrían enfrentarse a uno de los rivales más complicados del campeonato: Rayadas de Monterrey, con quien hay cuentas pendientes.
Rayadas podría ser el rival del América en la gran final
Aunque todavía no es oficial, todo apunta a que el rival del América Femenil en la final del Clausura 2025 será Monterrey. Las Rayadas tomaron ventaja en el partido de ida de semifinales tras vencer 1-0 a Pachuca, y con esa mínima diferencia encaran la vuelta con una gran posibilidad de avanzar. De concretarse su pase, habría revancha directa en la final, pues fue justamente Monterrey quien eliminó al América en instancias anteriores.
Mientras tanto, el conjunto azulcrema ya trabaja en su preparación y analiza todos los posibles escenarios para la final, que nuevamente se jugará en dos partidos y con el juego definitivo como local gracias al liderato general conseguido en la fase regular.
Ángel Villacampa se juega su continuidad en la final del Clausura 2025
Según reportes de Jesús Romero, este torneo representa la última oportunidad contractual para Ángel Villacampa con el América Femenil. A pesar de que ha convertido al equipo en una potencia de la Liga MX, el técnico español solo ha conseguido un título en el Clausura 2023, en tres años de gestión. Por eso, la directiva ya habría condicionado su renovación a que el club gane el Clausura 2025 o la Concachampions Femenil.
El trabajo de Villacampa ha sido valorado, pero en una institución como el América, ganar no es una opción, es una obligación. La final será mucho más que una revancha deportiva: será una prueba definitiva para saber si continuará en el banquillo azulcrema.