Mientras el americanismo se desespera por los pocos movimientos del primer equipo rumbo al Clausura 2026, América Femenil tampoco termina de encender ilusiones en el mercado. Ha llegado un refuerzo, sí, pero la sensación es la misma: faltan piezas para tapar huecos muy puntuales.
Y si había una posición que pedía una respuesta inmediata era la defensa central. Por eso, el golpe dolió el doble: una jugadora que sonaba “encaminada” para Coapa terminó cambiando el guion y la noticia cayó como balde de agua fría entre la afición.
¿Cómo se le escapó al América Femenil una central que era prioridad absoluta?
En las últimas horas comenzó a tomar fuerza que Cristina Ferral, una de las defensoras más regulares de la Liga MX Femenil desde sus primeros torneos, ya no llegaría al América. Al contrario: su destino sería Chivas Femenil, el rival que más ruido hace cuando se trata de mercado.
La operación deja expuesta una realidad incómoda. Si la directiva encabezada por Luis Fuentes y Claudia Carrión tenía identificada la urgencia en la zaga, perder a un perfil así es retroceder un paso justo cuando el equipo de Ángel Villacampa necesita jerarquía y experiencia atrás.
Y el daño no es solo deportivo: es emocional y mediático. Porque no se trata de “un refuerzo más”, sino de una futbolista que parecía diseñada para darle estabilidad a una defensa que ha sufrido en momentos clave. Ahora esa ventaja potencial la tendrá Guadalajara, y el América queda obligado a reaccionar rápido si no quiere que el Clausura 2026 arranque con la misma deuda.
