América cumple 14 años de una de las más grandes hazañas de su historia. Durante los Octavos de Final de la Copa Libertadores del 2008, los azulcremas remontaron una desventaja de tres goles ante Flamengo en el Estadio Maracaná contra todo pronóstico y con una leyenda americanista como Juan Antonio Luna en el banquillo de forma interina tras la salida de Rubén Omar Romano.

Años después, el que fuera entrenador en esa gesta histórica de los Millonetas, compartió con Águilas Monumental como rescató al plantel para ese encuentro toda vez que estaban en una profunda crisis deportiva que los hizo terminar en el último lugar en el torneo Clausura 2008 del futbol mexicano.

La ventaja que yo tenía es que conocía perfectamente a todos los jugadores, yo llevaba años trabajando en la institución, estuve con los chavos en algunas divisiones, los conocía perfectamente; había visto a los extranjeros que estaban en ese momento y lo único que hice fue liberarlos de las presiones. Tenían más de un mes que estaban concentrados porque se jugaba en fin de semana y entre semana la Libertadores, estaban muy agobiados, encerrados. Cuando llegué, lo primero que hice fue decirles que fueran por sus cosas al hotel donde estaban concentrados y que nos íbamos a concentrar hasta el sábado a mediodía para jugar el partido contra Monterrey. Eso fue lo que hice, me acuerdo que los muchachos gritaron de alegría y a la mañana siguiente pusimos a cada jugador en su puesto, nos reforzamos con Carlos Sánchez que desgraciadamente después tuvo un accidente, él jugaba en la Liga de Ascenso”, rememoró.

Con el viaje a Brasil encima, el Cabezón puntualizó en el hecho de que no inventaron nada, pusieron a cada jugador en la posición donde mejor podía rendir y apelaron a jugar de la forma más básica posible tanto en defensa como en ataque. El resultado fue sumamente efectivo y les valió no solamente para consumar el Maracanazo, también para alcanzar la Semifinal de aquela Copa Libertadores.

LA ESTRATEGIA DE AMÉRICA PARA EL MARACANAZO

Hicimos el cuadro con nueve mexicanos y dos extranjeros, no tuvimos tiempo para hacer grandes cosas, los pusimos a jugar con los principios básicos del futbol: atacar y defender, cada quien en su posición, comprometidos y el equipo jugó como nunca; se vio que estaban agobiados por la presión que traían, ese mismo equipo había perdido ocho partidos de los últimos 12 y empataron cuatro, aparte habían recibido bastantes goles, pero el equipo después se caracterizó porque no recibía goles, los únicos que nos hicieron gol fueron Santos, al que le ganamos en el global 2-1 y la Liga de Quito, que nos anotó un gol, empatamos en el global a uno y con el gol de visitante nos dejaron fuera en la Semifinal”, sentenció.

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