El camino de América en la Liguilla inició esta noche en Pachuca. Las Águilas se enfrentaron a unos motivados Tuzos que querían hacer valer su condición de local y complicarle el panorama a los azulcremas, que salieron a tomar el protagonismo del encuentro con la posesión del esférico, aunque con pocas llegadas de peligro.

Pese al dominio territorial americanista, fueron los de la Bella Airosa los que pegaron primero en el marcador. Fue en un tiro de esquina que Érick Aguirre remató de cabeza, picado; Guillermo Ochoa trató de tapar con el pie, pero no lo logró.

Por momentos, los Millonetas no encontraban la vía para hacerle daño a su rival. Parecía que el equipo de Santiago Solari se iría en desventaja al descanso, pero Leo Suárez dijo lo contrario. El argentino se tuvo fe y probó desde fuera del área para batir a un Óscar Ustari, quien con todo y su vuelo nada pudo hacer.

En el segundo tiempo el trámite del inicio se repitió. América intentaba, tenía el esférico, pero carecía de profundidad. En contraparte, Pachuca explotaba los espacios y fue así como recobró la ventaja con un servicio de Romario Ibarra que de la Rosa prolongó dentro del área a donde Pardo sacó un riflazo imposible para Ochoa.

Si el panorama ya era complicado para los de Coapa, todo se terminó por complicar cuando Pedro Aquino llegó tarde a una jugada con Jorge Hernández, le pegó un pisotón y el silbante no dudó en mostrarle la tarjeta roja directa.

En el cierre del juego, las Águilas fueron cautelosas, aunque buscaban en alguna encontrarse con el empate. Por el apagón en un sector del alumbrado del Estadio Hidalgo el agregado fue largo y la misión era no recibir más goles, con la idea de buscar la eliminatoria en el juego de vuelta.

En el agregado, la catástrofe americanista vino cuando Aguirre hizo una gran acción individual, retrasó para donde Luis Chávez le pegó colocado e inalcanzable para Ochoa.

Al final, América tuvo una noche para el olvido en Pachuca y no le quedará otra más que apelar a la remontada en la reapertura del Estadio Azteca, ante el regreso de sus aficionados y con la obligación de no ser eliminado.