El Club América ha vivido una auténtica odisea logística desde que comenzó la remodelación del Estadio Azteca. La mudanza al Estadio Azulcrema provocó dos partidos a puerta cerrada por órdenes de la alcaldía Benito Juárez, preocupada por la seguridad ante eventos masivos en la zona. Entre conciertos, restricciones y bloqueos operativos, el caos parecía interminable.

La situación llegó al límite cuando surgió la posibilidad de que América tuviera que jugar la Liguilla fuera de la Ciudad de México debido a los conciertos programados en la Plaza de Toros. El americanismo se encendió, y la directiva no tardó en moverse. Había que tomar una decisión, y se tomó.

¿Por qué América decidió no salir del Azulcrema durante toda la Liguilla?

Según Víctor Díaz de ESPN, el América adoptó una postura firme: no saldrán de la capital bajo ninguna circunstancia. La directiva quiere evitar nuevas complicaciones logísticas y proteger el rol de localía, incluso si eso significa modificar horarios televisivos y sacrificar la comodidad habitual de los partidos nocturnos.

Para garantizar la seguridad y evitar roces con la alcaldía, los duelos como local serán programados en horarios poco comunes, incluidos partidos de día. Prueba de ello es el cierre de los cuartos de final ante Monterrey, que se disputará el domingo 30 de noviembre en un horario aún por confirmar, pero que se moverá entre las 3 y 5 de la tarde para no cruzarse con un concierto a las 9 de la noche.

La directiva azulcrema entiende que la situación no es ideal, pero prioriza mantener al equipo en CDMX. Aun con horarios inusuales, incluso con el sol pegando fuerte, la decisión es inamovible: América no abandonará la capital en la Liguilla. Un sacrificio estratégico para asegurar estabilidad, evitar más fricciones y controlar el entorno competitivo.