El cierre del partido entre América y Toluca tuvo un momento de tensión que no pasó desapercibido. En pleno tiro de esquina, Allan Saint-Maximin fue blanco de agresiones verbales y físicas por parte de un grupo de aficionados locales que se excedieron en la euforia.

Desde las gradas, comenzaron los insultos y pronto cayeron vasos de cerveza en dirección al francés. Sin embargo, el atacante azulcrema sorprendió a todos con su reacción: no respondió y se alejó de la zona, mostrando madurez y control en un ambiente hostil.

El incidente que involucró a Saint-Maximin en el Nemesio Diez

De acuerdo con información de Récord, el hecho ocurrió durante un tiro de esquina en la recta final del partido. Los aficionados de Toluca comenzaron a lanzar objetos e improperios hacia el jugador del América, quien en ningún momento respondió a las provocaciones.

Algunos vasos cayeron peligrosamente cerca del futbolista, aunque ninguno impactó directamente. Pese a la tensión, Saint-Maximin mantuvo la compostura, optando por continuar con el juego sin encarar a los agresores ni generar polémica.

Este tipo de comportamientos por parte de la afición vuelven a poner sobre la mesa el tema de la seguridad en los estadios de la Liga MX, donde los jugadores muchas veces quedan expuestos ante situaciones que van más allá del futbol. En contraste, el francés mostró templanza, dejando claro que el profesionalismo también se demuestra cuando se elige no responder.