América y Necaxa tienen mucha historia en sus enfrentamientos por la Liga MX, pero sin lugar a duda, hay un partido que marcó el rumbo del historial entre ambos y no se trata precisamente de la Final del Verano 2002.

 

Para el torneo Clausura 2009, la tabla de cocientes tenía como contendientes por no descender a Necaxa y Tigres. Ambas escuadras llegaban a la última jornada con riesgo de perder la categoría, pero al final, fueron los Rayos los que se despidieron del máximo circuito en un encuentro justamente contra los azulcremas en la última jornada de dicho certamen.

Los rojiblancos no necesitaban más que ganar para seguir en Primera, más aún con el hecho de que los de la Autónoma de Nuevo León no pudieron ganar su partido; sin embargo, las Águilas no se apiadaron de su “hermano”, incluso necesitaban forzosamente la victoria para poder aspirar a una Liguilla que al final no se concretó.

 

En el trámite del juego, América fue superior a Necaxa, pero fue mediante una jugada a balón parado como lograron abrir el marcador. Desde la derecha vino el cobro de un tiro de esquina que encontró a Fernando Ortiz como rematador en el corazón del área. El cabezazo del argentino salió bien colocado y dejó sin nada que hacer al arquero necaxista que vio como caía una loza pesada sobre su escuadra, toda vez que, en San Nicolás de los Garza, los felinos le ganaban por la mínima a Monarcas.

Para el complemento, los hidrocálidos supieron que Morelia le había empatado a Tigres en el Volcán, por lo que se fueron con todo al frente en busca de la voltereta. Federico Insúa estuvo cerca de la igualada con un disparo de media distancia que Ochoa contuvo. Eso fue todo.

Con el tiempo cumplido vino el silbatazo que decretaba el descenso de Necaxa ante el que muchos años fuera su “hermano mayor” y América mandaba a la entonces Primera A a los Rayos.