La gestión de André Jardine al frente del América se ha caracterizado por una honestidad brutal con sus futbolistas. El técnico brasileño no tiembla al momento de marginar a quienes no encajan en su plan, sin importar jerarquías ni contratos. Nombres como Néstor Araujo o Javairo Dilrosun ya han probado esa mano dura: no solo perdieron minutos, también dejaron de ser considerados hasta para el banquillo.
Ahora, la medida alcanzó a un canterano que alguna vez fue señalado como el futuro del mediocampo azulcrema: Santiago Naveda. En la víspera del Clásico Capitalino, Jardine tomó una decisión drástica y lo envió con la categoría Sub-21. Ahí, paradójicamente, su experiencia lo convirtió de inmediato en el capitán del equipo juvenil.
¿Por qué Santiago Naveda fue relegado a la Sub-21 y ahora es capitán?
El América Sub-21 sorprendió en la Fecha 11 de la Liga MX al alinear como titular a Santiago Naveda. Con 24 años y un recorrido en Primera División con América y Santos Laguna, el mediocampista apareció de golpe en un escalón que, en teoría, ya había superado hace tiempo.
En su primera aparición, Naveda portó el gafete de capitán, pero el mensaje de Jardine fue claro: quien no cumpla el nivel de exigencia queda borrado del primer equipo. Hoy, el canterano debe guiar a los juveniles mientras su futuro inmediato en el plantel mayor se pone en entredicho.
¿Quiénes más han sido castigados bajo esta política?
El caso de Naveda no es aislado. Jardine ha mostrado una línea firme: los jugadores sin ritmo o fuera de su plan deben foguearse en la Sub-21. Miguel Vázquez, por ejemplo, también llegó a disputar partidos en esa categoría, incluso con el gafete. Ralph Orquín ha seguido un camino similar, en busca de minutos.
El ejemplo más duro es Javairo Dilrosun: entrena con los juveniles para no perder forma física, pero ni siquiera está registrado en la Liga MX. La medida refleja una realidad incómoda: en Coapa, los nombres pesan menos que la disciplina y la obediencia táctica.