Bajo un aguacero que no dio tregua en el Jalisco, América pegó primero con un penal de Brian Rodríguez, pero antes del descanso Atlas igualó y le metió tensión a una noche ya cargada de electricidad. El arranque del complemento ofreció la jugada que pudo cambiar el guion: una ocasión a bocajarro para volver a mandar, desperdiciada por Israel Reyes.

El partido sigue en curso y cada detalle pesa. Jardine ajusta sobre la marcha mientras la afición azulcrema aprieta desde la pantalla y los visitantes buscan recuperar el control tras un arranque de segundo tiempo que dejó heridas.

El fallo de Israel Reyes que dolió doble

Recién reanudado el encuentro, América cobró un tiro de esquina desde la izquierda. El envío cayó al corazón del área, Reyes se soltó de su marcador y quedó solo para definir de cabeza. Era la más clara. El central calculó, conectó… y el balón se fue por un costado, dejando un silencio de incredulidad en la zona visitante.

Ese instante congeló al equipo. No era una chance cualquiera: significaba recuperar la ventaja y enfriar a un Atlas que se había rehecho con el 1-1. En noches cerradas, esa pelota casi siempre decide.

Atlas castigó al minuto siguiente

Como dicta la ley no escrita del fútbol, el que perdona paga. En la reanudación, Atlas encadenó una transición rápida y al 49’ Diego González apareció para mandar a guardar. El tanto encendió al Jalisco y obligó a las Águilas a remar otra vez contracorriente. El encuentro no ha terminado; el marcador está vivo y todavía hay margen para otra vuelta de tuerca.

Jardine puede mirar a la banca y refrescar bandas para volver a cargar el área, recuperar la segunda jugada y provocar otro penalti o una pelota parada que cambie el ánimo.