Durante semanas, el Club América atravesó una etapa complicada. Las lesiones, los resultados irregulares y la caída en el rendimiento individual pusieron en la mira al plantel, especialmente a Allan Saint-Maximin, quien había comenzado el torneo con un impacto arrollador pero perdió protagonismo conforme avanzaron las jornadas.
Sin embargo, André Jardine encontró una solución inesperada. En medio de la emergencia por lesiones en el mediocampo, el técnico brasileño tomó una decisión táctica que cambió por completo el rol del francés y lo devolvió a su mejor versión frente a León.
La nueva posición de Saint-Maximin que está dando resultados en el América
Ante la ausencia de mediocampistas como Jonathan dos Santos, Erick Sánchez y Álvaro Fidalgo, Jardine movió sus piezas y reubicó a Allan Saint-Maximin como mediapunta ofensivo. Desde ahí, el francés tuvo libertad total para conducir, encarar y pisar el área con más sorpresa, una función que potenció su talento natural y lo hizo brillar nuevamente.
El cambio surtió efecto inmediato: frente a León fue determinante, participó activamente en la generación ofensiva y anotó un golazo que levantó al Estadio Azulcrema. La apuesta de Jardine fue arriesgada, pero resultó clave para reactivar a uno de los futbolistas más desequilibrantes del plantel azulcrema.
Ahora la duda pasa por si el estratega brasileño mantendrá esta fórmula en los próximos partidos. Saint-Maximin luce más cómodo, con confianza y protagonismo, pero combinarlo con Brian Rodríguez en un mismo once sigue siendo un reto táctico que Jardine deberá resolver.
