El debut de Allan Saint-Maximin no pudo ser más oportuno para un América que iba 2-1 abajo en Jalisco. Con el reloj en contra, el francés entró con descaro de refuerzo grande y cambió la temperatura del juego.
De su ingreso salió la chispa que empujó la remontada: conducción agresiva, pausa donde dolía y personalidad de Nido grande. Pero cuando bajó el volumen del estadio, hubo una imagen que no pasó en TV y terminó de sellar su primera noche.
Viral foto de Saint-Maximin besando el escudo
Tras el silbatazo final, las cámaras persiguieron festejos y entrevistas. En una secuencia captada desde la tribuna, Saint-Maximin se llevó la mano al pecho y besó el escudo azulcrema, un gesto directo al corazón de la afición. La postal voló en redes y elevó el vínculo jugador-afición.
El déjà vu del América con Saint-Maximin y Ménez
El americanismo recordó a Jérémy Ménez, que también debutó con gol y centro desde la derecha al corazón del área. La jugada de Saint-Maximin calca el trazo y el ataque al espacio: timing, intuición y olfato de área.
Ahí terminan las similitudes. La expectativa ahora pide recorrido: continuidad física, consistencia táctica y peso en noches grandes. Con ese combo, el francés puede convertir ilusión en legado, algo que Ménez no consolidó.