La planeación del Club América rumbo al Clausura 2026 ya se topó con uno de sus primeros grandes obstáculos, y no tiene que ver con un fichaje, sino con una salida que se ha complicado más de lo previsto. El nombre es claro: Igor Lichnovsky, uno de los jugadores más cuestionados del último torneo.
El central chileno perdió protagonismo antes incluso de su grave lesión de ligamento cruzado, y tras su ausencia prolongada su nivel genera dudas dentro y fuera de Coapa. La directiva lo tiene en la rampa de salida, consciente de que necesita liberar plazas de extranjero, pero el escenario está lejos de ser sencillo.
El contrato que le da poder a Lichnovsky para quedarse en Coapa
De acuerdo con información de TNT Sports Chile, Igor Lichnovsky se aferra a un punto clave que hoy juega completamente a su favor: tiene contrato vigente con el América hasta junio de 2027. Esa situación le permite resistirse a cualquier intento de salida que no cumpla sus condiciones.
Además del tiempo restante en su vínculo, el defensor cuenta con un salario elevado, un factor que vuelve aún más compleja cualquier negociación. Para el club, convencerlo de salir no solo implica encontrar destino, sino asumir costos que afectan directamente la planeación del mercado.
El problema se agrava porque Lichnovsky todavía goza de la confianza de André Jardine, quien incluso lo ha considerado para partidos importantes cuando ha estado disponible. Así, el América enfrenta un dilema incómodo: un jugador que no entra en el proyecto deportivo inmediato, pero que tiene las herramientas contractuales para quedarse y bloquear una plaza clave de extranjero.
