Cuando muchos darían la espalda, nosotros ponemos el pecho. Hace muchos años que nació este sentimiento, a todos nos ha tocado reír y festejar, pero también nos ha tocado llorar… Y es que el 2010 llegó, y con él muchas ilusiones, una de ellas era la de ir a la Copa Libertadores y tener la oportunidad de medirnos con equipos de talla internacional. Qué mejor opción que ganarel Interliga, y así conseguir nuestro pase directo como “México 2”, todo parecía ir bien, al equipo se le veía buen ritmo y contundencia, parecía que la mediocridad que nos caracterizó el torneo anterior había quedado en el pasado. Cerramos la fase de grupos condos victorias yun empate, fuimos los mejores, pero todavía nos faltaba jugar la final, aunque si tomábamos en cuenta el desempeño del equipo en los últimos partidos, todo indicaba que no tendríamos ningún problema en conseguir el boleto, pero llegó la final contra Monterrey, y ya todos sabemos la historia. Jugando con Rojas por la banda izquierda no teníamos profundidad, las pocas veces que Oscar lograba llegar a línea de fondo le faltaba técnica para culminar la jugada, Esqueda nunca se encontró en el terreno de juego, y sólo divagaba por la media, Cabañas no tuvo los suficientes balones en la delantera y esto lo obligaba a bajar por ellos hasta la media cancha, nunca tuvimos a alguien que desequilibrara en medio campo, por más que teníamos muchos jugadores ubicados en ese sector. Yasí podría escribir tantas cosas que se dejaron de hacer durante el partido, pero al final, no llegaría a nada, el sacar conclusiones basándose en lo que sucedió en el transcurso delencuentro sólo deja más dudas, pero sí hay algo que puedo afirmar, y es que no perdimos por que Cabañas, Mosquera y Pardo fallaran los penales, perdimos porque quisimos ganar en penales, y eso es algo que no va, mucho menos en América, mucho menos en una final. Si bien lo hecho, hecho está, y aunque es claro que al América cada quien lo vive a su manera, creo que la afición en general ya está cansada de tomar esa postura de conformismo, pensando en que la próxima temporada lo haremos mejor, todos sabemos que la afición Águila entiende lo que es formar parte de este club, porque a diferencia de los jugadores, nosotros somos de toda la vida, no de unas cuantas temporadas. Necesitamos que los directivos despierten, se den cuenta deque esto no es como en Cruz Azul, que aquí los fracasos no son bien recibidos, que ser el club más importante de México tiene una gran responsabilidad, mucho más allá de la mercadotecnia, que en estos días, parece ser lo único que le importa a la gente de pantalón largo. Siempre mantenemos el mismo nivel de pasión por América, y esperamos cada partido sin importar el rival o la instancia, porque a nosotros lo que nos desborda es América, como institución, por su historia y glorias, somos mucho más que un simple club de futbol. En el Interliga, el equipo volvió a fracasar y es hora de que esta gente lo vuelva a levantar, para no fracasar en el torneo local, sabemos que ser de América no es para cobardes, y así como exigimos resultados, también tenemos que responder con acciones, no sólo con palabras como lo hacen nuestros directivos; quienes aseguran que en América se tiene que ganar todo, pero reflejan montón de hipocresía y conformismo en sus palabras. Invito a toda la afición del América a que asista este domingo al Estadio Azteca, para que juntos le demos al equipo un poco de todo lo que le exigimos. Nacimos grandes, muy grandes y no vamos a dejar que nos hagan pequeños, aquí algo que nos caracteriza es ser fieles, así que vamos a seguir siendo nosotros. Por Nicolás Romay, aficionado de las Águilas y colaborador de AméricaMonumental.com Foto: Mexsport