El habitual goleador de América falló varias chances claras frente a Atlas que influyeron en el resultado.
No solamente Ventura Alvarado y Darwin Quintero decepcionaron en el 1-3 en el Estadio Azteca, sino también extrañamente Darío Benedetto. El delantero, que habitualmente define bien y le ha dado muchas alegrías a la afición azulcrema, frente a Atlas desperdició tres situaciones claras de gol que podrían (y deberían) haber torcido el rumbo del partido.
El Pipa aún tiene crédito por lo que ya ha demostrado.
Tal vez se haya notado su inactividad y la reciente recuperación de la lesión. Lo cierto es que dos de sus remates, casi frente a la portería, se fueron demasiado por arriba del travesaño. Cuando el juego ya estaba 1-2 en favor de los rojinegros, Darío tuvo una jugada de frente al cancerbero chileno Pinto e intentó puntear el balón para igualar nuevamente las acciones, pero terminó por mandarlo fuera del campo.
Cerca del final del encuentro, nuevamente el argentino tuvo en sus pies la oportunidad de empatar el marcador: Oribe Peralta le bajó el balón con la cabeza y, en el punto de penalti y sin marca, mandó un potente disparo que terminó en las gradas. Esta vez no fue la Pipa de la Paz.
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Ay, Benedetto…