Rodrigo Iñigo del Hoyo fue uno de los productos de las Fuerzas Básicas del América en este Siglo 21 y hasta llegó a debutar como profesional en la Primera División, donde estuvo durante tres temporadas en dos etapas (2007-2009 y 2011-2012). Sin embargo, hoy la vida lo encuentra en San Roque de Lepe, de España, y a los 35 añosel defensa mexicano describió aquellas sensaciones de saltar a la cancha del Coloso de Santa Úrsula con los colores del Más Grande.

En la entrevista exclusiva con Águilas Monumental en Instagram, relató: “Siempre he tenido el sueño de jugar en el Estadio Azteca, desde pequeño lo he dicho, y nunca he perdido la capacidad de asombro… Incluso hace poco me tocó pasar por ahí por el segundo piso, para ir hacia la zona de Cuernavaca, y no dejo de sentir algo en el estómago cuando paso y veo el Estadio porque me recuerda desde niño, cuando volvíamos con mi papá de algún paseo del fin de semana”.

Iñigo describió con detalles su sentimiento por el mítico inmueble mundialista: “Yo siempre estaba pendiente de ver esas casitas tipo gnomos sobre el Periférico Sur, que si te asomas por ahí se ve el Azteca, ahora con el segundo piso se percibe mejor… O sea ese era mi sueño desde siempre. Yo sabía, por mi experiencia en las Fuerzas Básicas, que una cosa era jugar en una Academia privada y otra cosa en las Fuerzas Básicas, donde ya no tienes que pagar, te regalan tu uniforme, empiezas a ir a viajes, juegas en toda la República y conlleva un compromiso”.

Con relación a sus inicios en el balompié, profundizó: “Entonces había que aplicarlo en la escuela, en los entrenamientos, obviamente en esta etapa de adolescente también te tienes que sacrificar. Mis amigos se iban a cada rato los fines de semana o a la playa de vacaciones o simplemente se iban de fiesta estando en la Ciudad, no solamente salir de la Capital, y yo no lo hacía…”.

El futbolista aclaró que la vida para él y sus colegas no es todo color de rosa: “Fue difícil que yo dejara de hacer mis entrenamientos o mi fútbol, entonces ahí estaba esa parte de que tenía que ser congruente, y hasta la fecha sigo pensando igual. El sueño me llevó a seguir y seguir, a mí realmente nadie me regaló nada. Nunca tuve un camino sencillo desde que empecé, pero bueno esa perseverancia y tenacidad hizo que yo lograra seguir y hacer una carrera”.

Iñigo, quien también pasó por Puebla, Estudiantes Tecos, Mineros, Cimarrones, Venados yLas Vegas Lights FC. de Estados Unidos, sentenció: “Si bien siempre es difícil llegar, yo les estoy agradecido a mi familia, a mis amigos, por ayudarme a hacer una carrera y así lo será siempre, de por vida”.